HOTW surgió en 2010, bajo el nombre de Un mambo re-copado, como excusa para canalizar nuestra verborragia y necesidad de compartir sentimientos, pensamientos y experiencias.
Este es nuestro espacio, un recorte de nuestras apreciaciones del mundo. De la realidad en la cual estamos metidas, la que todos los días nos hace sentir y la que provoca que desprendamos hacia ella algunos insultos, monólogos colmados de nostalgia, expresiones cursis, palabras de estímulo, recuerdos de alguna travesía, algún que otro grito o fuertísimas carcajadas. Algo de eso se encuentra en este lugar cargado de letras.
Luego de haber viajado y vivido un poco más, retomamos este proyecto con renovadas ganas y otras perspectivas. Compartimos el deseo de viajar y escribir; de sorprendernos encontrándonos a nosotras mismas ante nuevas experiencias. Soñamos despiertas con despegar nuestros pies y viajar adonde nos depare el viento. Soñamos, pero también nos vamos. A veces, volvemos.
Bienvenidos a nuestras locuras, a nuestros pensamientos y vivencias: unos mambos que, después de todo, están copados.
LEER+: Si es tu primera vez en este blog, ÉSTE es nuestro primer post como HOTW. Te recomendamos que empieces por ahí. Los demás post no siguen, necesariamente, una cronología. Algunos relatos pueden publicarse en varias partes; encontrarás esta referencia en los títulos. Estamos seguras que podrás seguirnos el hilo sin mayores complicaciones: ¡copate y enganchate!
kQ se llama Carolina. Nació en junio del '88, después de que su mamá estuviera 13 horas en trabajo de parto. Desde ese día, y pese a que fue la mayor de cuatro hermanos, ya sería consagrada la oveja negra de su familia. A los 19, decidió que Santa Fe, su ciudad natal, no le podía ofrecer las emociones que estaba buscando. Optó por mudarse y retomar sus estudios en Córdoba: ahí conocería a Shamsi y descubrirían juntas su ambición por explorar el mundo, entre escritos, series, estudios y su fanatismo por Hogwarts. La deslumbran los relatos de no-ficción, pero es fan de toda novela de ficción y fantasía; admira a las heroínas mujeres y desea, algún día, crear la protagonista de su propio libro. Al reconocer su nulo talento para crear música, se decidió por convertirse en seguidora de bandas de rock. A los 23 años, cruzó el Atlántico y recorrió 14 países en seis meses. Después de esa experiencia, nada en su vida volvió a percibirse igual. Es comunicadora y educadora, y sigue soñando en que los jóvenes salvarán al mundo.
Sham es el disminutivo de Shamsi, un nombre de origen sirio que significa "mi sol". Dada la rareza del nombre, pasó tres años de su vida indocumentada, mientras su madre esperaba que fuera reconocido. Nació en Rosario, en 1988; vivió en Tucumán, Jujuy y llegó a Córdoba para comenzar Arquitectura. Luego de un año, decidió que saber dibujar y tener buenas notas no significaba que quisiera construir edificios. Comenzó Comunicación Social, donde conoció a kQ y se especializó en periodismo cultural y radio. Siempre aficionada a la cultura oriental, bailó Taiko, estudió japonés y coreano, y se vistió con kimono. Como los caminos no condujeron a Japón, rumbeó a los Estados Unidos y allí vivió cinco sorprendentes meses en la calurosa Texas, donde festejó su 24º cumpleaños adentro de una piscina, conoció el amor y descubrió que vale la pena dejarse sorprender por lugares a los que nunca imaginaste llegar. Es Licenciada en Comunicación Social y cocina como los dioses con muy pocos ingredientes. No puede parar: de empezar sagas de libros y mirar series malas.
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